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El trípode de rescate en espacios confinados es una herramienta ampliamente conocida en la industria de la seguridad, especialmente en labores de alto riesgo. Sin embargo, persisten muchas confusiones sobre su uso, su obligatoriedad y su eficacia en diferentes tipos de espacios confinados.

Este artículo tiene como propósito brindar una visión clara y profesional sobre la función real del trípode, sus limitaciones y las alternativas disponibles. Lejos de minimizar su utilidad, se busca fomentar un enfoque más estratégico y contextualizado sobre su aplicación en campo.

El trípode: una herramienta útil, pero no universal

El trípode es una estructura de tres patas diseñadas para actuar como soporte de un sistema de recuperación de víctimas. Se instala generalmente en accesos verticales a espacios confinados, como cisternas, silos o tanques, y permite izar o descender a una persona mediante sistemas como malacates manuales, eléctricos o mecanismos de cuerdas y poleas.

Componentes típicos de un trípode industrial:

  • Patas antideslizantes
  • Base adaptable para múltiples dispositivos
  • Malacate manual o eléctrico
  • Cadena limitadora de apertura
  • Polea
  • Placa multi anclaje
  • Pasadores de armado rápido
  • Altura ajustable (usualmente hasta 2.40 m)

Este diseño estándar puede variar según el fabricante; algunos modelos avanzados incluyen capacidades para soportar a más de una persona o integrar sistemas adicionales.

Lo que dice la normativa: ¿es obligatorio usar trípode?

Una de las confusiones más comunes es creer que el uso del trípode es obligatorio en todos los trabajos en espacios confinados. Esto es incorrecto. Lo que sí es obligatorio es contar con un sistema de rescate que se adapte a las condiciones específicas del espacio confinado en cuestión.

En algunos casos, el trípode será la mejor opción; en otros, simplemente no podrá usarse debido a sus limitaciones físicas o de diseño.

Limitaciones del trípode de rescate

A pesar de ser un equipo valioso, el trípode no se adapta a todos los escenarios. Estas son algunas situaciones donde su uso es inviable:

  • Accesos que no sean verticales (por ejemplo, ingresos laterales).
  • Espacios confinados con techos bajos o estructuras que impidan instalar el trípode.
  • Configuraciones internas complejas, como múltiples cámaras, ductos o pasadizos.
  • Trabajos donde se requiere que más de una persona esté dentro del espacio confinado al mismo tiempo.

En estos casos, otros dispositivos como brazos articulados, pórticos móviles o estructuras improvisadas sobre puntos de anclaje fijos pueden ofrecer soluciones más efectivas y seguras.

Sistemas de rescate: el verdadero requerimiento

El requisito normativo fundamental es contar con un sistema de rescate funcional, adecuado al entorno y a los riesgos presentes. Estos sistemas se clasifican en dos grandes modalidades:

1. Rescate sin ingreso al espacio confinado

Es la opción más segura y, siempre que sea viable, la más recomendable. Este método permite recuperar a la víctima desde el exterior, sin exponer a otra persona al mismo riesgo. Se utiliza en espacios simples y de acceso directo, como cisternas vacías o cámaras sin obstáculos.

Equipos comunes en este tipo de rescate:

  • Trípodes
  • Pórticos móviles
  • Brazos giratorios
  • Anclajes en estructuras fijas (vigas, columnas, vehículos)
  • Malacates y sistemas de cuerdas con poleas

Cabe destacar que estas estructuras no son en sí el sistema de rescate, sino soportes sobre los que se monta el verdadero sistema de recuperación (cuerda, cable, malacate, etc.).

2. Rescate con ingreso al espacio confinado

Se aplica cuando no es posible realizar un rescate externo debido a condiciones internas complejas (ductos, recámaras múltiples, obstáculos, etc.). En estos casos, se requiere de una brigada de rescate especializada.

Este equipo debe contar con formación y certificación en:

  • Uso de equipos de ingreso a espacios confinados (líneas de aire, equipos de respiración autónoma, detectores de atmósfera, etc.)
  • Técnicas de rescate con cuerdas, camillas, inmovilización, descensores, etc.
  • Primeros auxilios

Estas capacitaciones suelen tener una duración considerable y exigen prácticas realistas bajo presión. Solo así se garantiza una respuesta segura y efectiva en situaciones de emergencia.

Importancia del análisis previo: ATS

Antes de realizar cualquier labor en espacios confinados, es indispensable llevar a cabo un Análisis de Trabajo Seguro (ATS). Este documento identifica los riesgos del entorno y permite definir el método de rescate más adecuado, evaluando factores como:

  • Configuración del espacio confinado
  • Número de personas que ingresarán
  • Accesibilidad interna y externa
  • Disponibilidad de equipos

Conclusión

El trípode para rescate en espacios confinados es, sin duda, una herramienta útil. Pero no es una solución única ni obligatoria. Su aplicación debe evaluarse cuidadosamente en función del entorno, los riesgos y la configuración del espacio.

Lo que verdaderamente se exige es contar con un sistema de rescate eficaz y adaptado a la realidad del trabajo. Una elección equivocada puede comprometer la vida de los trabajadores y la capacidad de respuesta ante una emergencia.

La clave está en el conocimiento, la planificación y la capacidad de adaptar los recursos disponibles a las necesidades del entorno. Con esa base, cualquier equipo -incluido el trípode- puede convertirse en una herramienta valiosa dentro de un sistema de rescate verdaderamente eficiente.