(Tiempo estimado: 7 - 14 minutos)

Muy bajo para que lo proteja su equipo.

Saludamos a todos, deseándole bienestar y seguridad en sus labores. En esta ocasión compartimos recomendaciones que consideramos importantes para fomentar un trabajo más seguro. Nuestro objetivo es aportar consejos prácticos que fortalezcan los conocimientos en materia de seguridad, no solo de manera individual, sino también como un aporte colectivo que contribuya a generar una cultura preventiva. Reafirmamos nuestra convicción de que la seguridad salva vidas y que transmitir conocimiento puede significar la protección de muchas personas.

Agradecemos de antemano el tiempo dedicado a esta lectura. El tema que abordamos en esta oportunidad está relacionado con los trabajos en altura y los sistemas de protección contra caídas, debido a la necesidad constante de aclarar qué equipos deben emplearse cuando se realizan labores a escasa distancia del suelo o de otras superficies cercanas.

Con frecuencia hemos observado escenarios en los que, al encontrarnos con un andamio de aproximadamente 2 metros de altura, se desarrollan tareas como pintura, limpieza, tarrajeo o cambio de vidrios. Para protegerse, los trabajadores suelen emplear una línea de vida con amortiguador de impacto conectada entre el arnés y el punto de anclaje (que en muchos casos es el mismo andamio). Surge entonces la interrogante: ¿De qué sirve utilizar un sistema de protección contra caídas si, en caso de accidente, igualmente se impactaría contra el suelo? Es importante considerar que la línea de vida estándar mide 1,8 metros, sin contar la altura del trabajador, lo que incrementa la distancia de caída.

En diversos contextos industriales se presentan situaciones similares. En ocasiones, la superficie más cercana no es necesariamente el suelo; debajo de la persona pueden encontrarse balcones, corredores, un puente grúa u otros elementos que podrían ser impactados en caso de caída. En esos casos, la distancia al suelo deja de ser relevante frente al obstáculo inmediato.

Si no se conoce la solución adecuada a la situación planteada, podría pensarse erróneamente que existe un problema con las leyes, protocolos o normas de seguridad. Por ejemplo, en muchos lugares se considera trabajo en altura a partir de 1,8 metros, lo que obliga a utilizar un sistema de protección contra caídas. Sin embargo, si la línea de vida con amortiguador mide también 1,8 metros, parecería que el sistema resulta innecesario, ya que no impediría un impacto contra la superficie más cercana.

Nota: utilizamos la medida de 1,8 metros porque es la más común en la industria de nuestro país. En otros lugares esta puede variar. Por ejemplo, la OSHA en Estados Unidos establece una altura de 6 pies (1,82 m) para construcción y de 4 pies (1,21 m) para la industria en general.

Es importante dejar claro que el problema no radica en las leyes ni en las normas, sino en el desconocimiento de las diversas herramientas disponibles para la protección contra caídas. Cuando se trabaja en altura, se exige el uso de un sistema de protección que debe incluir al menos tres elementos: arnés, conector y punto de anclaje.

Como se observa, en ningún momento se menciona que sea obligatorio el uso exclusivo de una línea de vida con amortiguador de impacto. Este es solo un tipo de conector. Existen múltiples opciones de arneses, conectores y puntos de anclaje, los cuales deben seleccionarse en función de la tarea y el escenario de trabajo.
En el ejemplo del andamio, se está utilizando efectivamente un sistema de protección contra caídas con arnés, conector y anclaje, pero el componente elegido no es el adecuado para la situación. Debido a sus características y longitud, la línea de vida con amortiguador no brinda la protección requerida cuando la caída ocurre a poca distancia del suelo o de otra superficie cercana.

En este punto resulta necesario profundizar en la importancia de comprender las características de los equipos. Es común que se confunda el concepto de “sistema de protección contra caídas” con el uso exclusivo de la línea de vida con amortiguador de impacto, cuando en realidad este elemento es solo una de varias alternativas.

El conector, que es el elemento que une el arnés con el punto de anclaje, no se limita a la línea de vida con amortiguador. Así como existen diferentes tipos de arneses y puntos de anclaje que se adaptan a las necesidades de cada tarea, también hay diversos tipos de conectores que deben seleccionarse según las condiciones del trabajo.

(IMPORTANTE: El sistema de protección personal contra caídas, tiene mínimo 3 elementos: arnés, conector y punto de anclaje; cada uno de estos elementos cuenta con una variedad de modelos y diseños distintos para poder elegir el que se adapte a nuestras necesidades dependiendo de la labor a realizar).

En el caso del andamio mencionado anteriormente, se está aplicando un sistema de protección contra caídas con los tres elementos básicos: arnés, conector y anclaje. Sin embargo, se está utilizando un conector inadecuado para ese escenario específico, ya que sus características y dimensiones no son apropiadas para prevenir una caída a corta distancia del suelo.

Antes de hablar de los conectores alternativos, conviene repasar las características de la línea de vida con amortiguador de impacto, ya que es el conector más utilizado en trabajos en altura y, al mismo tiempo, el que más errores de aplicación presenta.

Características de la línea de vida con amortiguador de impacto común

  • Longitud estándar de 1,8 metros (en algunos casos 2 m según normativa).
  • Ganchos de doble seguro, que impiden aperturas accidentales.
  • Amortiguador de impacto, diseñado para reducir la fuerza transmitida al cuerpo durante una caída.
  • Requiere una distancia libre de caída mínima para su correcto funcionamiento.

 

Nota: la distancia libre de caída también es conocida como “requerimiento de claridad”.

¿Qué es la distancia libre de caída?

La distancia libre de caída es un factor clave que determina si la línea de vida con amortiguador puede emplearse en un escenario determinado. Describe la separación entre el punto de anclaje y la superficie más cercana con la que el trabajador podría impactar en caso de caída. Dicha distancia debe ser igual o superior a la indicada por el fabricante del equipo.

Por ejemplo, si se trabaja en una plataforma a 2 metros de altura, con el punto de anclaje ubicado a 4 metros del suelo, la distancia libre de caída en ese caso es de 4 metros. Esta cifra debe compararse con el requerimiento especificado en la ficha técnica del equipo antes de su uso.

Para ilustrar mejor este punto, supongamos que un fabricante indica las siguientes medidas en la ficha técnica de una línea de vida con amortiguador de impacto:

  • Longitud de la línea de vida: 1,8 m
  • Amortiguador de impacto completamente extendido: 1,20 m
  • Altura promedio del trabajador: 1,70 m
  • Margen de seguridad: 0,60 m

La suma total es de 5,30 metros. 
Esto significa que, si el trabajador se encuentra en un escenario donde la distancia entre el punto de anclaje y la superficie más cercana es menor a 5,30 metros, no se puede utilizar ese equipo, ya que no evitaría un impacto directo.

Nota: siempre se debe revisar la ficha técnica del fabricante, ya que esta distancia mínima puede variar según la marca, la normativa, el origen del equipo e incluso el factor de caída al que se exponga el trabajador.

Al analizarlo, se concluye que la distancia libre de caída necesaria para una línea de vida con amortiguador de impacto nunca es pequeña. Por ejemplo: una casa de dos pisos puede medir alrededor de 5,70 m, un puente peatonal, unos 5,20 m, un camión cisterna, entre 3 y 4 m, un elevador de tijera pequeño puede llegar a los 6 m.

Esto demuestra que existen muchos escenarios industriales en los que no corresponde utilizar la línea de vida con amortiguador de impacto, y se debe considerar otro tipo de equipo capaz de detener la caída en una menor distancia.

Ante estas dudas suelen surgir preguntas frecuentes:

¿Qué ocurre si se utiliza una línea de vida más corta?

Existen fabricantes que ofrecen líneas de vida con amortiguador de impacto regulables o más cortas, las cuales requieren una distancia libre de caída menor. Sin embargo, no son las más comunes y siempre debe verificarse la ficha técnica para conocer los requerimientos de seguridad.

¿Y si se usa una línea de vida sin amortiguador de impacto?

En este caso no se trata realmente de una línea de vida certificada para protección contra caídas, ya que el amortiguador es un componente obligatorio.

En ocasiones se subestima la fuerza de impacto que puede generar una persona al caer. Se suele creer que el impacto equivale al peso corporal, pero en realidad la aceleración durante la caída incrementa de forma exponencial la energía transmitida.

Por ejemplo, una persona de 80 kg que cae desde 1,8 m puede generar un impacto de más de 1.400 kg sobre su cuerpo.

Si se utilizara una “línea de vida” sin amortiguador de impacto, el cuerpo recibiría directamente esa fuerza al tensarse la cuerda, lo que podría causar lesiones graves o incluso la muerte.

Aquí radica la importancia del amortiguador de impacto, ese pequeño paquete en el extremo de la línea que se conecta al arnés. Su función es desacelerar el cuerpo durante la caída, desplegando progresivamente la cinta contenida y reduciendo así la fuerza transmitida al organismo.

Gracias a este mecanismo, el impacto que recibe el cuerpo puede disminuirse a menos de 816 kg según OSHA, o incluso a 408 kg según ANSI, que utiliza un cálculo promedio en lugar del máximo.

De esta manera, queda demostrado que un sistema de protección contra caídas que incluya línea de vida debe contar obligatoriamente con amortiguador de impacto.

Soluciones al problema de la distancia libre de caída

Existen diversos equipos que permiten resolver el problema de la distancia libre de caída. A continuación, mencionamos dos de los más recomendados, no porque sean los únicos, sino porque resultan prácticos, accesibles y fáciles de implementar en la industria.

El bloque retráctil

El bloque retráctil es un dispositivo en forma de tambor que se coloca en la parte superior de la estructura a escalar. Contiene en su interior varios metros de cinta o cable enrollado, con un gancho de doble seguro en el extremo para conectarlo al arnés del trabajador.

Este dispositivo funciona de manera similar a una cinta métrica o al cinturón de seguridad de un automóvil. A medida que la persona asciende, el cable se enrolla automáticamente, y en caso de tensión repentina, el sistema se bloquea de inmediato.

La principal ventaja del bloque retráctil es que limita la caída a pocos centímetros, reduciendo significativamente la distancia de frenado. Por esta razón, es considerado uno de los equipos más prácticos y seguros en la industria. Además, ofrece comodidad al usuario, ya que no requiere desconexiones o cambios continuos de punto de anclaje.

Nota: la elección entre cinta o cable depende de la labor. Por ejemplo, en trabajos de soldadura se recomienda el cable metálico en lugar de la cinta.

El sistema vertical de anclaje

Otro equipo altamente recomendado es el sistema vertical de anclaje. Consiste en una cuerda, soga o cable colocado de manera vertical desde la parte alta de la estructura hasta la base. A él se conecta un freno que acompaña al trabajador en su ascenso y descenso, bloqueándose automáticamente en caso de caída.

Al bloquearse este sistema automáticamente cuando se sufre la caída, este puede ser utilizado a pocos metros del suelo, conectando el freno directamente al arnés del usuario por medio de un mosquetón o similar.

Para mayor comodidad en su utilización, se puede utilizar con un arnés de 4 anillos y conectar el freno directo al anillo pectoral del arnés.

El sistema vertical de anclaje, en su versión portátil o fija, es especialmente útil para escaleras, andamios suspendidos y estructuras de acceso frecuente. En estos casos, se recomienda utilizar cables de acero permanentes para garantizar mayor seguridad y reducir la necesidad de montar y desmontar el sistema.

Nota: al emplear este sistema, se debe verificar también la elongación de la cuerda, ya que un estiramiento excesivo podría provocar contacto con el suelo en caso de caída.

Podemos utilizar el sistema vertical de anclaje conectándolo en los mismos elementos de anclaje que el bloque retráctil, solo que en este caso, siempre se va a tener una cuerda colgada, siendo un poco más invasiva que el bloque retráctil, también tenemos que estar atentos a que el freno corra por la cuerda; generalmente éste corre por la cuerda solo con el movimiento de nuestro cuerpo, pero igual deben estar atentos siempre, ya que a veces si la cuerda no está tensa, no corre el freno, y ahí debemos correrlo manualmente conforme vamos subiendo, para evitar esto siempre es mejor colocar un peso en la parte inferior de la cuerda o amarrarla en la estructura para mantenerla tensa.

NOTA: Si usted va a utilizar el sistema vertical de anclaje portátil o temporal para resolver la distancia libre de caída, verifique también el módulo o capacidad de estiramiento (la elongación) de la cuerda o soga cuando ésta se tensa, ya que ese estiramiento, si no utiliza la cuerda o soga correcta, puede hacerle llegar al suelo. Existen diferentes tipos de cuerdas con diferentes porcentajes de estiramiento dependiendo el material y tejido (no todas son para todos los usos), pero como hemos explicado, todo eso está en la ficha técnica de fabricante, la cual es obligatorio mirar.

Uso combinado de sistemas

En ocasiones, la mejor solución es combinar el sistema vertical de anclaje con la línea de vida con amortiguador. Por ejemplo, si el fabricante de una línea de vida establece que se requiere una distancia mínima de 5,30 m, se puede utilizar un sistema vertical de anclaje para ascender hasta esa altura de seguridad, y una vez alcanzada, cambiar a la línea de vida con amortiguador.

Este enfoque asegura protección tanto durante el acceso como en la permanencia en la zona de trabajo. Incluso, cuando participan varios colaboradores, es posible instalar varios sistemas verticales de anclaje para facilitar el tránsito de todos de manera segura.

NOTA: En la medida de lo posible, se debe procurar conectarse siempre a una estructura o edificación externa al andamio. En caso de no contar con esta posibilidad y se tenga que utilizar el andamio como punto de anclaje, es indispensable asegurarse de que dicho andamio sea apto para tal fin. Este debe ser estable, sólido, resistente y firme, con el propósito de evitar que se desplace o colapse en caso de una caída. Esto puede lograrse arriostrando el andamio a la estructura en la que se esté trabajando o colocando vientos mediante cables, cuerdas o soportes sólidos. Asimismo, cabe precisar que los andamios, al igual que cualquier estructura o maquinaria utilizada como medio de acceso a alturas, deben estar fabricados conforme a las especificaciones de una norma y contar con la debida certificación.

Si se utiliza la imaginación, es posible visualizar que este sistema vertical de anclaje puede emplearse en diversos escenarios, como por ejemplo:

  • En andamios o plataformas colgantes, anclando el sistema vertical a alguna estructura en el techo y conectándose a él. En caso de que el andamio colapse o caiga, se mantiene la protección, dado que el anclaje está asegurado al edificio a través del sistema vertical.

Conclusiones

Como se ha demostrado, la elección del equipo adecuado para trabajos en altura depende directamente de la distancia libre de caída disponible en cada escenario.

El uso de una línea de vida con amortiguador de impacto es válido únicamente cuando la distancia cumple con los requerimientos establecidos por el fabricante. En caso contrario, deben emplearse alternativas como el bloque retráctil o el sistema vertical de anclaje, que permiten detener la caída en una distancia mucho menor, evitando así el contacto con la superficie más cercana.

En todo momento se deben mantener los tres elementos básicos de un sistema de protección contra caídas:

  • Arnés.
  • Conector.
  • Punto de anclaje.

El sistema elegido debe configurarse de acuerdo con las condiciones del lugar de trabajo y las exigencias técnicas del fabricante.

Reiteramos que nuestro propósito al compartir este artículo es contribuir a la formación de una cultura de prevención sólida. Esperamos que este análisis resulte de utilidad al momento de seleccionar los equipos más adecuados para cada tarea en altura.

Nos despedimos deseando un trabajo seguro y recordando que la seguridad es siempre la mejor inversión.